Para entender esta larga
historia hay que remontarse al año 2008, es en ese año que en un viaje al Reino
Unido el veterano de guerra de Malvinas Julio Aro recibe del coronel británico Geoffrey
Cardozo, durante su estancia en Londres, material muy importante sobre el
cementerio militar argentino en Darwin, que fue creado a principios de 1983 en
cercanías del istmo de Darwin y del asentamiento de Pradera del Ganso, al oeste
de la isla Soledad.De regreso al país, y
luego de ver la importancia de los documentos que trajo consigo, Julio Aro decide
conformar la Fundación No Me Olvides, y su primer objetivo es que las tumbas de sus camaradas sepultados en el
cementerio de Darwin, cuyas losas rezan “Soldado argentino
sólo conocido por Dios”, se transformen en losas con nombre y apellido.
Fueron años difíciles
intentando que su proyecto progresara, incontables llamadas sin respuestas, indiferencia
del gobierno de turno, sin claudicar luego de golpear muchas puertas en despachos
del gobierno sin recibir apoyo, finalmente, a través de la periodista Gabriela
Cociffi, cuatro años después el proyecto llega a oídos
del músico Roger Waters, quien acepta ser portavoz ante el gobierno argentino
en el año 2012.Recién con este impulso,
la historia dirá si por desconocimiento de los intentos de hacerse escuchar el
VGM Juiio Aro o por cholulez o vedetismo de la presidente, el gobierno envía la
primera misiva al Comité Internacional de la Cruz Roja solicitando su
intermediación para poder individualizar las tumbas del cementerio militar
argentino de Darwin.
A la par de los primeros avances del proyecto aparecen algunos nubarrones, se empieza a hacer oír el
temor y la desconfianza de los familiares de los caídos enterrados en las islas
hacia el gobierno de turno, ya que varios de sus funcionarios deseaban
transformar a los caídos que yacen en Darwin, reconocidos como héroes nacionales
con nombre y apellido por la ley Nº 24.950 del Congreso Nacional, en víctimas y en NN. Además, sobrevolaba
el temor de que sus tumbas fueran levantadas y sus restos traídos al
continente, algo que no aceptaba la mayoría, querían que sus familiares, que
cayeron combatiendo por la soberanía, reposaran en Malvinas.
Recién, con el cambio de
gobierno a fines de 2015, que desde el inicio utilizó los Derechos Humanos como
dictan las normas internacionales y no de forma ideologizada y mezquina, en un
canje de notas entre la Argentina y el Reino Unido fechada el 29 de noviembre
de 2016, entra en vigor el 6 de enero de 2017 el Plan Proyecto Humanitario o
PPH, bajo la égida del Comité Internacional de la Cruz Roja.
En el país se lo denominó
Plan Proyecto Humanitario Malvinas.
En junio de 2017 un equipo
forense del CICR se traslada a las islas y toma 122 muestras de soldados que
posteriormente serían analizadas por el Equipo Argentino de Antropología
Forense. Cuando se produce el cambio de gobierno a fines de 2019 se habían
podido individualizar a 115 soldados de los 122.
Pero el PPH, al momento de
firmarse, se hizo sobre las tumbas sin nombre y no contempló dos tumbas
múltiples del cementerio de Darwin, denominadas como D.C.1.10 y D.B.4.16.Por eso, en un nuevo canje
de notas entre la Argentina y el Reino Unido del 4 de diciembre de 2019, se
logra que el 3 de septiembre de 2020, en una reunión bilateral entre
los representantes diplomáticos de ambos países y la Cruz Roja, el acuerdo para la inspección de una
de las tumbas múltiples, la denominada D.C.1.10, dando origen al Plan Proyecto
Humanitario 2 o PPH2, firmado en Ginebra en marzo de 2021 y llevado a cabo en
agosto del mismo año en las islas.
Las muestras de seis caídos
obtenidas por el equipo del CICR en las islas fueron enviadas al laboratorio
forense del EAAF en la provincia de Córdoba y en pocas semanas se individualizaron
cuatro soldados más y se confirmaron los restos de otros dos, todos ellos
pertenecientes al Escuadrón Alacrán de la Gendarmería Nacional Argentina,
caídos en combate el 30 de mayo de 1982 en monte Kent.
En el mismo viaje a
Malvinas, y gracias a una adenda, se investigó un sitio en Caleta Trullo, al
norte de la isla Soledad, donde funcionó un hospital de campaña y hubo
entierros de argentinos y británicos, y se presumía que aún podía haber cuerpos
enterrados, algo que el EAAF descartó luego de realizar excavaciones.
Por eso es necesario el PPH3.Pero este no sólo debe
abarcar la segunda tumba múltiple del cementerio militar de Darwin, la denominada
D.B.4.16, donde yacerían los tripulantes del avión Learjet 35 del Escuadrón
Fénix derribado en el estrecho de San Carlos, cerca de la isla de Borbón, al
norte de la isla Gran Malvina, el 7 de junio de 1982, sino también debería incluir
una investigación arqueológica, como la realizada en 2021 en Caleta Trullo en
la isla Soledad por el EAAF, en el sitio conocido como Top Malo House, donde
cayó en combate el teniente Ernesto Espinosa del Ejército Argentino el 31 de mayo de 1982, y cuyo
cuerpo no ha sido individualizado en Darwin a pesar de que sus familiares entregaron
muestras oportunamente para el cotejo de ADN y que las autoridades británicas afirman que desde 1983 fueron removidos todos los cuerpos de los campos de batalla y trasladados al cementerio de Darwin.
Lamentablemente la Cancillería
y la secretaría de DDHH están tan ideologizadas, algo que no sucedió entre 2016
y 2019, y fue por eso que el PPH se desarrolló sin temores y puede considerarse
exitoso al día de hoy, que no estaría en las prioridades o en agenda el PPH3, que llevaría
certezas y paz a varios familiares de caídos en el conflicto que aún esperan, algo que se
merecen con creces y que tardíamente fueron consiguiendo.
Deseo que no haya que
esperar el cambio de gobierno para que se pueda cristalizar el PPH3, y nuevamente viaje un equipo del CICR a las islas para trabajar en el
cementerio militar argentino de Darwin, en la isla de Borbón, donde habría dos
cuerpos de la tripulación del Learjet 35, y en Top Malo House.
Lic. Hernán Favier, 10 de
septiembre de 2022